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¿Llamativo no? Todos hemos leído algo parecido a este título en algún anuncio o publicidad en algún momento de nuestras vidas y solemos pensar “¡Buenísimo! Solo quiero averiguar”  y puede parecernos algo normal y justo.  En realidad, el mundo de las industrias creativas no funciona así, o como cuando entras a alguna tienda, te atienden y tu respondes “solo estoy mirando, gracias” porque realmente no vas a comprar nada pero igual quieres averiguar los precios de las cosas. En el diseño no es así ya que no estamos ofreciendo únicamente un producto o servicio, estamos intercambiando intelecto, vendiendo creatividad, ideas y soluciones que el mundo necesita, aunque en ocasiones no esté dispuesto a pagar por ellas. Pagar por un diseño no solo es pagar por una solución, es pagar por un servicio profesional experimentado,  de la misma manera que le pagas al médico cuando te has enfermado.

Un buen diseño requiere tiempo y dedicación, necesita ser bien pensado. Un diseño bien pensado significa ahorro en tiempo, material y gastos en el futuro. El éxito de un proyecto comienza desde la buena comunicación con el cliente que al visitar el lugar, hablar con él y conocer factores como su presupuesto y sus requerimientos, gustos y necesidades, se le realiza un análisis profesional en busca de todas las variables que pueden incidir en el proyecto, se hace un estudio de las necesidades reales, las inmediatas, e incluso las que ni han descubierto que tienen. Al momento de diseñar, las fallas tienen que ser identificadas y corregidas por lo cual cada detalle del proyecto debe ser planeado, comprobado y avalado, todo esto con el fin de brindar las mejores soluciones para que su dinero se convierta en una inversión duradera llena de estilo propio y no en un gasto infructuoso.

Dicho lo anterior, no es posible que en 10 minutos o un tiempo similar se pueda otorgar una cotización acertada de un proyecto de diseño puesto que no ha habido el espacio para analizar y determinar todo lo que este va demandar (llámese insumos, mano de obra, transporte, entre otros). Tampoco es adecuado solicitar esto de manera gratuita puesto que un profesional invierte de su tiempo, talento y dedicación en cada proyecto para satisfacer las necesidades propias del individuo realizando un diseño impecable.

Lamentablemente la cultura de hoy vive del afán y la inmediatez, la gente se impacienta y quiere todo al instante, pero debemos recordar que algo excelente exige tiempo y pasión de manera que la espera ciertamente valdrá la pena si se está en busca de los mejores resultados.