8 Razones para contratar un interiorista en tu próxima Remodelación
Sí vas a hacer reformas y estás pensando en contratar un profesional te contamos cuando si conviene hacerlo.
A menudo, al pensar en la reforma de una casa nos abordará la sensación de que no llegamos a todo y de que nos encontramos con problemas que necesitan una solución inmediata. Nuestro consejo es recurrir siempre a un profesional. No importa si el proyecto es grande o pequeño, su asesoramiento hará que el resultado final sea perfecto: atractivo, funcional y sin salirte de tu presupuesto.
Nosotros vamos a analizar a continuación ocho de las situaciones más habituales que plantean los usuarios y profesionales en el sector del interiorismo.
1. Cuando quieras ahorrar en tu reforma
Hay mucha gente que se siente intimidada a la hora de recurrir a un interiorista. Una de las razones es la idea generalizada de que trabajar con un interiorista es caro. Sin embargo, los honorarios medios, pueden estar entre un 10-15% del presupuesto total del proyecto (aunque esto puede variar entre profesionales).
Esta cantidad, en la mayoría de los casos, compensa también adicionalmente por el ahorro en materiales y otros capítulos de la obra de los que se encarga el interiorista, que conoce el mercado, el valor de cada pieza o de los revestimientos y puede conseguir unos precios más ventajosos.
El proyecto de ejecución de obra es más o menos fijo, pero el tema de los materiales puede llegar a ser muy variable; depende de los gustos, prioridades y capacidad adquisitiva del cliente. Algunos prefieren invertir en muebles y otros en capítulos como la grifería. Sea cual sea el caso, un interiorista también puede asesorarte en cómo ahorrar.
“La mayoría de las personas están equivocadas respecto a la inversión que supone contratar a un interiorista. Trabajar con un profesional de este tipo puede hacer que tu proyecto se reduzca notablemente en gastos. Es cierto que al presupuesto total se le suma inicialmente la partida de los honorarios del interiorista, pero luego somos los que nos encargamos de intentar ahorrar en el resto de la obra, además de ser quienes nos desplazamos buscando los materiales mejores y más económicos para cada proyecto”
2. Cuando quieras conseguir un espacio único y diferente
“En una reforma, ya sea integral, grande o pequeña, hay que recurrir a un interiorista siempre que queramos conseguir un espacio singular y busquemos sacar el máximo partido y funcionalidad a la estancia”.
“El interiorista va a ayudarte a conseguir un espacio que se ajuste a tus necesidades, haciendo especial hincapié en la distribución, los materiales y la iluminación. Estos son los aspectos más difíciles de definir y concretar para la mayoría de la gente”
3. Cuando no tienes tiempo
El interiorista va a ahorrarte muchos dolores de cabeza. Por un lado, no tendrás necesidad de buscar por ti mismo los profesionales necesarios para llevar a cabo la reforma. En el caso de que haya que pedir licencias y contar con un arquitecto o arquitecto técnico, ellos se encargan de contactar con estos profesionales. Igualmente se ocuparán de coordinar los trabajos, los pedidos y las entregas.
Por otro lado, tampoco tendrás que recorrer tiendas o proveedores para localizar los materiales que necesitas: desde revestimientos a sanitarios, griferías o telas, incluyendo los mecanismos de iluminación y electrodomésticos. Ellos se encargarán de hacer la selección.
4. Cuando no tienes muy claro qué es lo que buscas o cómo conseguirlo
El proceso de contratar a un interiorista comienza con un primer contacto en el que se reunen para hablar de lo que quieres hacer. Así, el profesional entenderá tu forma de vida, gustos y necesidades. Es importantísimo porque todo girará alrededor de esas variables.
“Este primer contacto es muy importante. En función de necesidades, gustos, forma de vida, tipo de familia, presupuesto, etc… hacemos un estudio exhaustivo para presentar el mejor proyecto, que queda bastante cerrado ya desde un principio. Nuestra mayor satisfacción es que el cliente esté contento con la reforma en el momento en que esta se termina y aún no hay ningún mueble. Esa es la clave que define nuestro trabajo: significa que has comprendido y acertado con lo que ellos necesitaban: distribución, paredes, iluminación…”
5. Cuando quieras plasmar un estilo decorativo que te fascina
Piensa en lo que deseas conseguir con la reforma y recopila fotos que puedas enseñar al interiorista como orientación. Tampoco está de más que tú mismo busques al profesional que crees que tiene un estilo que encaja con lo que estás buscando.
“Leer revistas de decoración, buscar online o acudir a eventos de interiorismo y decoración abre el abanico de posibilidades de elección. De este modo puedes ver cómo trabajamos e identificar a profesionales que puedan ser afines a lo que buscas. Las fotos de nuestros proyectos también suelen estar online y dan una idea bastante clara de lo que se puede esperar en cuanto a estilo. Otra fuente, es la recomendación de alguien que ya haya trabajado con nosotros”
6. Cuando hay distintas opiniones sobre la reforma
Para Trigueros, “los interioristas ejercemos, además, de árbitros independientes en aquellos casos en los que una pareja o distintos miembros de una familia no llegan a ponerse de acuerdo. Nuestra mediación, respetando la opinión de todos y optando por la solución más funcional y estética, hace más llevaderas algunas decisiones que, en medio del caos en que suele convertirse una obra, el cliente puede no visualizar del mismo modo en que lo hacemos nosotros”.
7. Cuando tienes espacios de difícil distribución y quieres sacarles el mayor partido posible
En ocasiones, tu vivienda tiene una distribución complicada que quieres rehacer para conseguir un mayor aprovechamiento de todos los metros. Una casa antigua, una protegida, otra con techos excesivamente altos, abuhardillados o demasiado bajos… son ejemplos de situaciones en los que la ayuda y el buen ojo de un interiorista puede hacer mucho por ti.
Sin embargo, si bien es importante la capacidad creativa de los profesionales, también lo es su bagaje, ya que a veces la solución a un problema es técnica y no decorativa.
8. Cuando necesitas despreocuparte absolutamente de todo
“Un interiorista está pendiente de todos los detalles, lo que no solo hace que tu proyecto esté en buenas manos, sino que todo ese trabajo lo podrás delegar en él. Digamos que te puedes olvidar de la tarea pesada de una obra”, “Por otro lado, su visión es fundamental para completar una decoración”.
“Respetamos el gusto, las ideas, las necesidades, la funcionalidad y el presupuesto del cliente. Incluso en el caso de que quiera conservar elementos de la antigua decoración. Si está convencido de que quiere un mueble o un acabado, se respeta porque él es el que va a vivir en esa casa día a día”
CUÉNTANOS…
¿Has contratado a un interiorista para hacer la reforma de tu casa? ¿En cuál de estas situaciones te parece imprescindible su intervención? Comparte tu experiencia con nosotros en la sección de comentarios o comparte en tus redes sociales.
Créditos: Guadalupe Peña Houzz